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Parece claro que detrás del concepto de Lean Manufacturing hay beneficios para las industrias gracias a la eliminación de actividades no productivas capaces de generar una reducción en los costes de producción y en el tiempo de fabricación, mientras se incrementa la capacidad productiva.

Todas estas ventajas tienen un efecto multiplicador ya que no es necesario realizar una inversión en maquinaria u otros recursos, para beneficiarse de ellas.

Los 7 principios básicos de Lean Manufacturing

El Lean Manufacturing, no obstante, está en continua evolución y busca sin descanso la mejora de los procesos. Para llevar a cabo correctamente la implantación de un sistema Lean, es clave fijarse estos objetivos que están vinculados con los principios básicos de esta metodología:

  • Suprimir desperdicios: Suprimir todas las actividades y desperdicios que no generen un valor añadido al producto, optimizando el uso de los recursos de los que se dispongan, ya sean empleados, maquinaria o espacio de trabajo.
  • Trabajar en ‘zero defects’: Lograr realizar un proceso fácil, capaz de crear un producto sin errores.
  • Implicar al personal: Los empleados deben de estar implicados en el cambio, ya que son la clave para obtener buenos resultados.
  • Adaptarse al cliente: Debe ser flexible para fabricar lo que el cliente quiere y en el momento en que lo pide.
  • Optimizar los recursos: Utilizar adecuadamente y mejorar la maquinaria existente, en vez de buscar inversiones en nuevos equipos. Es vital la implicación de los empleados en materia de mantenimiento preventivo.
  • Pensar en ‘on time delivery’: Evitar sobreproducciones, tiempos de espera, transportes y movimientos innecesarios, inventarios, defectos y sobreprocesamientos.
  • Utilizar KPIs útiles (OEE): Crear sencillos procedimientos para detectar posibles errores en el origen del fallo.

El OEE como KPI de Lean Manufacturing

El OEE, (Overall Equipment Effectiveness), es el indicador perfecto para medir los resultados de las acciones aplicadas al Lean Manufacturing. No en balde, este indicador, como el Lean, nace en el seno de las plantas de Toyota.

Un ejemplo, supongamos que se quiere aplicar el método Lean en un proceso de envasado y en concreto se están analizando los tiempos de espera. Realizar el cálculo del OEE de dicho proceso, obteniendo la disponibilidad y rendimiento con sus diferentes causas de paro, convierte al OEE en el KPI ideal para medir esta acción de mejora.

Si, además, la obtención de este cálculo puede hacerse de manera automatizada y en tiempo real, gracias a la utilización de tecnologías de captura automática de datos directamente de las máquinas y la gestión de esos datos a través de un sistema centralizado y visual de información en tiempo real, mejor.

Por eso, si en tu empresa se aplica la metodología Lean (o estáis pensando en utilizarla), y quieres mejorar los resultados, os recomendamos visitar nuestra sección de productos donde seguro encontraréis soluciones fáciles y rápida de instalar con las que mejorar vuestros procesos de fabricación.